Tres destinos y un propósito: Siem Reap, tercer y último destino.

Después de 3 horas de coche desde Battambang, llego al hotel The Urban en pleno centro de Siem Reap. Al ver la habitación tan pequeña, decidí hablar con recepción para cambiarme al otro hotel que tienen a las afueras donde estoy segura será más espacioso y  tranquilo. Me acompaña unos de los jefes en un tuk tuk para verlo, y así fue. The Nature Hotel, un hotelito pequeño, sencillo y tranquilo con una piscina y un jardin tropical muy agradable, el centro está solo a 10min en tuk tuk.

Me organizo rápido para poder bajar a la ciudad y conocer algo del centro. No tiene nada que ver con Battambang. Siem Reap es una ciudad preparada para el turismo, con  aceras y varias calles comerciales. También tiene su encanto, caminé a lo largo del río, sus puentes y puertas hacia varios de los templos que rodean la ciudad. La encuentro mucho más llena de gente y turistas aunque es temporada baja.

  

   

Decido ir a visitar la única iglesia católica que hay por aquí, con la suerte que me atiende una monja bien menudita y me cuenta que la misa en inglés  empieza en breve, menuda suerte! Llegan dos Hermanas de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta que me hizo mucha ilusión tenerlas cerca, familias camboyanas, americanos...Aquí las iglesias son muy sencillas, sin bancos y todos descalzos. Entre el sacerdote camboyano y la música que cantaban varios niños, fue muy agradable y especial!

      

Saliendo de la iglesia, doy con una terraza  restaurante de cocina camboyana con buena pinta, allí que me quedo a cenar tan a gusto al aire libre con un super ventilador delante. La temperatura por el día ahora son unos 30 grados pero con humedad del 60 por ciento, la noche es más agradable bajando a unos 25. En este viaje he necesitado dormir casi todos los días con el aire acondicionado durante toda la noche, algo raro en mí... 

El domingo 9 de junio me levanto con tranquilidad para comenzar mi primera visita a los Templos de Angkor. Me espera una mujer guía en inglés llamada Lucky y un tuk tuk. Al cabo de 30 minutos llegamos al recinto de los Templos, nada menos que se extienden alrededor de unos  25 km cuadrados. Hoy solamente haremos el circuito de Angkor y Bayon. Me interesa conocer  la historia de este país de la mano de esta guía camboyana.

Camboya cuenta con aproximadamente 16 millones de habitantes teniendo en cuenta que no tienen un censo muy controlado. Tuvo su monarquía y esplendor  alrededor de los siglos IX al XV, cuando se construyeron toda esta maravilla de templos de la mano de los diferentes Reyes Jayavarman II hasta el VII. Fue colonia francesa durante más de 60 años. Sufrió muchísimo por la invasión de Vietnam hacia 1975 ordenada por el dirigente vietnamita Pol Pot y sus Jemeres Rojos. Los Aki Ra fueron los niños soldados perfectos dedicados a esconder las minas antipersona en cada frontera con Tailandia,  Laos y Vietnam. Todavía quedan el 40% por eliminar, lo que supone mucha inversión de dinero que no tienen. Después del genocidio donde murieron entre 1 y 3 millones de camboyanos inocentes, con todo lo que han pasado hasta 1990 que terminó toda esta barbaridad, me he encontrado con un país pobre y amable que quiere paz y poder avanzar. Es un pueblo bien despierto  con ganas de salir adelante, no hablan apenas inglés, a los turistas nos reciben con los brazos abiertos. En Camboya y especialmente en Battambang que es una provincia sin apenas turismo, Kike es muy querido y respetado por todo lo que está ayudando a los camboyanos desde hace ya casi 30 años. Sin duda, os recomiendo leer el libro El corazón del árbol solitario de Jose María Rodríguez Olaizola SJ donde habla de todo esto y de la historia del Padre Kike Figaredo SJ desde que decidió dedicar su vida a los refugiados camboyanos, es una verdadera maravilla!

Llegamos ya a Angkor, nos bajamos para caminar hasta la imponente entrada. Para llegar a ella, recorremos una pasarela impresionante encabezada por dos dragones de piedra y rodeada por un lago espectacular donde antiguamente había cocodrilos para protegerse de los enemigos. Me detengo una y otra vez para contemplar esta pasada de lugar!

Atravesamos la primera fase para entrar en la fabulosa pradera interior desde donde se levantan al fondo los templos imperiales. Es una verdadera maravilla! Fueron templos hinduistas por un tiempo inicial siendo actualmente budistas, la religión del 90% de la población camboyana.

          

            

          

Decido subir a lo alto de uno de los templos, la subida se las trae, pero merece tanto la pena, es una verdadera preciosidad quedarse un rato aquí arriba!

 

Por la tarde, recorremos el Templo de Bayon que es muy diferente y muy interesante también. Nos encontramos con monos por varios patios que vienen de la selva buscando comida, los esquivamos  de milagro, no es un animal de hacer muchos amigos...

Luego seguimos hacia Tha Phrom Wat  o como ellos mismos llaman, los Templos de la Selva. Aquí es donde descubro en directo cómo la fuerza de los árboles y sus raíces gigantes se meten entre los templos y los envuelven, la mezcla es preciosa e increíble! 

        

                            

            

Terminamos el recorrido en uno de los puentes y puertas principales que rodean el recinto de los Templos de Angkor, la piedra tiene un color precioso, es una verdadera pasada!

                      

Ya de vuelta al hotel, decido sacarme una entrada para ir al Circo Camboyano que está solo 5 minutos. Es un mini Circo del Sol bien curioso, tiene su gracia! Los camboyanos, como buenos asiáticos, son de fibra y goma, jajaja!

           

Ya llega mi último día en Camboya, decido visitar yo sola en tuk tuk los Templos que lindan con los Templos Angkor, son cuatro. El conductor que habla inglés me va guiando dónde parar cada vez. Comenzamos con los dos Templos  de Pre Rup y East Mebon, ambos del siglo X y de color terracota...

          

Luego seguimos hacia el Templo TaSom del siglo XII, maravilloso también. La gozada es que cada uno de ellos está en medio de la jungla, se escucha constantemente el sonido de los animales de fondo...

         

Me encantó el lago donde paramos también, un lugar mágico y muy diferente- se llama North Baray- . Camino toda la pasarela que hay sobre él, está lleno de nenúfares y flores de loto inmensas. Al final de pasarela llego a otro templo. Precioso lugar! Este lago tiene nada menos que tiene 3600m largo y 930m de ancho, abastece de agua y dispone de un sistema hidráulico para toda la zona. 

         

Paramos ya en el último Templo del recorrido, se llama el Templo Preah Khan, construido en el siglo XII. Me sigue impresionando contemplar cómo los árboles se meten dentro haciendo un cuadro precioso de contemplar una y otra vez...El pasillo central que recorre el templo es perfecto.

   

          

Antes de volver al hotel, paso por última vez por Angkor donde le pido parar para ver el atardecer y poder despedirme de este lugar tan mágico. Menudo regalo me llevo para siempre conmigo!

Ya de vuelta, decido quedarme en el hotelito y disfrutar de la piscina rodeada de naturaleza. Me sienta de miedo parar para relajarme, poder leer y también escribir.

            

Ya llega mi último día en Camboya después de 12 días maravillosos, parece que llevo más tiempo aquí con todo lo que he podido disfrutar. Me levanto temprano para irme a caminar un rato a la ciudad de Siem Reap y poder despedirme también. Me meto en un templo un momento solo para dar las gracias por todo lo que he vivido en este viaje, suelo hacerlo siempre porque disfruto y me llena hacerlo. 

 

Ya de vuelta a Bangkok para volar mañana a primera hora hacia Doha donde me quedé a dormir por retraso del segundo vuelo a Madrid, toda una experiencia!

      

Me alegro muchísimo de haber tomado la decisión de hacer este viaje en este momento tan vital para mí. He recibido mucho más de lo que podía imaginar y todo ha salido francamente bien. He estado en paz disfrutando de cada momento lo máximo posible, y aunque en algún momento puntual he sentido la ausencia física de una persona cerca con quien compartir, he sabido vencerlo y quedarme con la experiencia tan enriquecedora que significa para mí. He podido alcanzar el propósito de saber viajar sola disfrutando de mí misma, y además de saber salir de mí para poder entregarme a los demás. 

Aprender a vivir y disfrutar de uno mismo es importante y necesario, me ha llenado de satisfacción y tranquilidad saber que puedo hacerlo. Saber estar sola ayuda para saber compartir más y mejor con los demás, al menos es mi reflexión. Te doy las gracias de corazón por leerme y haberme acompañado con tanto cariño. Y doy gracias a Dios y a ti Mami por todo lo que he recibido, siento el corazón lleno y estoy preparada para afrontar la siguiente etapa de mi vida que espero siga trayendo muchas cosas buenas. Gracias, gracias, gracias!